lunes, 3 de noviembre de 2014

El sector de la cosmética española vuelve a rebatir un estudio de la OCU por alarmista y carente de rigor

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El sector de la cosmética española vuelve a rebatir un estudio de la OCU
por alarmista y carente de rigor


Madrid, 29 de septiembre de 2014. La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa)  expresa su sorpresa por la reincidencia de la OCU en los errores de conocimiento en sus estudios sobre cosméticos.

Stanpa desconoce la causa de la tendencia actual dentro de OCU de atacar a los productos cosméticos, de cualquier categoría, sin una base científica. Las observaciones emitidas en sus informes son subjetivas y cuestionan productos que cuando llegan al mercado, lo hacen avalados por un desarrollo tecnológico y un dossier científico completo que se pone a disposición de las autoridades sanitarias españolas y europeas.

El último informe cuestiona las BB creams a través de un estudio repleto de imprecisiones y valoraciones absolutamente subjetivas, que en conjunto, denigran injustificadamente a la categoría.

Las BB creams son una nueva generación de cuidados multifuncionales destinados a diferentes tipos de piel y diferentes rangos de edad, que aportan, en un solo gesto, cuidado, hidratación y color con una cobertura ligera e incluso, a veces, protección ultravioleta. En caso de necesidades más  específicas, se pueden utilizar simultáneamente con otros tratamientos como contornos de ojos, productos reafirmantes, etc.

Entre sus beneficios destaca un acabado mucho más natural debido a que su textura es más fina que un  maquillaje normal, produciendo un efecto en la piel, mucho menor que el de un maquillaje habitual. Además, las marcas suelen incorporar filtro de protección solar y algún tratamiento específico ya sea antiarrugas, anti manchas, etc…  La idea es aunar tres productos en uno: crema hidratante, tratamiento específico y  maquillaje, adaptándose a las necesidades de los nuevos consumidores.

El informe saca conclusiones sin respetar los procedimientos habituales para el análisis de los productos cosméticos, a la luz de los requisitos legales y el estado de la ciencia y la tecnología. Como en anteriores ocasiones, no facilita información sobre la metodología utilizada, lugar y centro de investigación. La OCU plantea sus propios estándares sin tener en cuenta los criterios de la Comunidad Europea al respecto y emite juicios de valor como “De los 17 productos analizados tres contenían conservantes (…) que, a pesar de estar autorizados, la OCU no considera convenientes (…)”.

Reincidencia en graves errores metodológicos:

  1. Stanpa ha tenido acceso al mismo informe publicado en otros países y, de nuevo, el mismo estudio coloca a los productos en distinto orden y emite conclusiones diferentes. Es injustificable que un mismo estudio publique resultados diferentes según el país en el que se difunde.

  1. El estudio sobre las BB creams ignora totalmente lo que es este producto. Por un lado, mide incorrectamente la hidratación, pues el método utilizado, corneometría, es incorrecto en productos pigmentados. Además ignora en la medición la capacidad cubriente de estas cremas en las distintas razas y tipos de piel. Y resulta sorprendente cómo mezcla erróneamente conceptos de fotoprotección, con criterios no aplicables a estos productos.

  1. Las BB creams son productos de cuidado facial diario y no protectores solares, y por tanto las recomendaciones de productos solares no son de aplicación, como el ratio SPF/UVA<=3  para los solares. La OCU ha aplicado este ratio en su análisis y por ello, los resultados arrojan muchos de los productos analizados con una protección UVA “mala”.

  1. El informe ignora las necesidades de las mujeres a la que van dirigidos estos productos, pues, por ejemplo, ha mezclado en el estudio a mujeres de 20 años con mujeres de más de 60.

  1. La publicación manipula los datos a su antojo y los asigna de manera totalmente opaca. Considera arbitrariamente que algo es “mucho o poco”, sin utilizar una escala transparente y contrastada.

  1. La OCU cuestiona ingredientes legales sin ningún rigor. Si la OCU dispone de información científica sobre seguridad que sustente sus afirmaciones debería ponerla en conocimiento de las Autoridades Sanitarias y la comunidad científica. Si no la tiene, debe abstenerse de descalificar o denigrar productos cuya seguridad ha sido ratificada por el Comité Científico para la Seguridad de los Consumidores de la Unión Europea (SCCS). 


La ciencia detrás de la cosmética
Una gran parte de la inversión en I+D de la industria cosmética se destina al desarrollo de productos multifuncionales. Gracias a la investigación, hoy en día conocemos mucho mejor cómo vive la gente en las diferentes partes del mundo y cómo son sus rutinas de belleza. Las fórmulas multifunción de las BB creams aúnan más de un beneficio en un solo producto: hidratantes, correctores, reparadores, ensalzadores de la luminosidad y protectores anti UV. Un buen producto responde a años de investigación en la que participan equipos multidisciplinares: dermatólogos, químicos, físicos, biólogos y demás expertos que trabajan en el campo de la protección y cuidado de la piel en sus diferentes edades. Hay toda una tecnología de última generación que estudia los efectos de los ingredientes novedosos.

Desde la Asociación se han hecho varios intentos, hasta ahora infructuosos, de aproximación de manera transparente y respetando en todo momento la independencia, pero hasta la fecha, Stanpa continúa a la espera de una respuesta.


Como representante institucional del Sector, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) se pone a disposición de los medios de comunicación como fuente de información ante cualquier cuestión suscitada a tenor del estudio de la OCU.

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